Señoras y señores, las imágenes que acaban de ver corresponden a la grabación del estreno de la exposición “Artistas Insólitos” que ha servido como video promocional para distribuir el libro ilustrado del mismo nombre. “Artistas Insólitos” es un libro, es un catálogo de una exposición, es una reunión de artistas extravagantes y es mucho más.


- ¿Qué?


- Mucho más. “Artistas Insólitos” es un libro y es el final de un largo proceso de investigación. Durante años, los autores de este libro han ido recogiendo la información para elaborar este trabajo sobre los citados artistas. Artistas que la historia ha olvidado y que ellos han rescatado para recogerlos en este libro ilustrado. No son todos los que son, pero son todos los que están. Y están todos los que formaron parte de la insólita exposición que han podido contemplar en el video, retrospectiva que durante un año ha estado en los museos más importantes del mundo. Por eso decimos que es un libro, es un catálogo y es mucho más.


-¿Qué?


-Mucho más. Es un recorrido por las biografías de varios artistas: el pintor del humo, el pintor de autorretratos, el pintor del instante, el pintor buzo y muchos más.


-¿Cuántos?


- Muchos más. Pero faltan otros, que fueron descubiertos después de la publicación, o que no pudieron entrar en el catálogo por falta de espacio. Como por ejemplo, “El pintor infantil”, del que aquí puedes ver una imagen.




En esta instantánea se muestra el secreto de cómo este curioso pintor era capaz de captar en sus pinceladas el alma infantil. Los espectadores cuando veían sus obras decían: “Sin duda dentro de él todavía hay un niño vivo”. Pero no, el niño no estaba dentro, estaba fuera. Asunto que no resta ni un ápice de valor a su obra, deliciosamente insólita.


-¿Y hay más que no estén en el libro?


- Claro. Hay otros artistas como “El pintor muerto”. Extravagante artista que vio cómo la muerte le visitaba sin llegar a alcanzar el cenit de su arte. Por eso volvió de entre los muertos para agarrar el pincel con sus huesudas manos y continuar con su labor artística. Este pintor muerto viviente, cuando después de dos años de existencia prorrogada dio por definitiva la obra que había realizado, volvió a su tumba. Entre sus oscuros, y escasos seguidores, es conocido como “El primer artista zombi de la historia”. La obra que realizó después de muerto es, sin duda, uno de los secretos mejor guardados de la historia no oficial del arte. Cuenta la leyenda que la visión de esos lienzos provoca desmayos, mareos y ataques de histeria. Quizá el pintor muerto algún día vuelva a la vida, si le vuelve la inspiración. Puede ser. Y quizá algún día, los autores de este libro insólito llamado “Artistas Insólitos” puedan mostrarnos todos esos artistas que han quedado fuera de esta muestra. Quién sabe.


Pero dentro del libro hay otros pintores, igual de interesantes, gracias al esfuerzo que han realizado los autores para recoger esta información. Incluso han puesto nombre a un movimiento que no había clasificado hasta el momento: “El Insolitismo”. Lo que para algunos parecía un movimiento sin importancia, unos artistas al margen de la primera línea del arte, se ha convertido en todo un referente para muchos jóvenes de todo el planeta que se inician en el mundo artístico. Por lo tanto, a partir de ahora cualquier historia del arte que se precie y que quiera pasar como una publicación seria, deberá incluir una referencia a estos artistas y, por supuesto, incluir “Artistas Insólitos” entre esos libros que han lanzado una mirada retrospectiva y renovadora a la historia del arte y de los artistas. Porque ahí está la clave de este peculiar grupo de hombres y mujeres: más que las obras que realizaron, sus vidas fueron su verdadera obra de arte. Vivían como si la vida fuese una obra de arte. Su mejor obra fue su existencia singular.


-¿Y cómo puedo conseguir el libro?


- Pues si no estuviste allí, si no pudiste conseguir el libro en la exposición, ahora aparece en librerías para que puedas disfrutar de él.


Editorial La Galera
Páginas: 32
Tamaño (cm): 21,0 x 27,0
Encuadernación: Cartoné





“La Gran Orquesta de los Animales”


Thule Ediciones

32 páginas.

Encuadernación en Cartoné.

27 x 22 cm.



El Canibalibro se alegra en anunciar a todos sus lectores que ya está en las librerías “La Gran Orquesta de los Animales”, editado por “Thule Ediciones”, escrito por Daniel Monedero e ilustrado por Óscar T. Pérez.


En su día os mostramos la animación promocional del libro.


Y ahora os podéis descargar un dossier donde podéis ver un suculento adelanto del libro.






¡Ya está aquí! ¡Ya ha llegado! ¡La Gran Orquesta de los Animales se acerca a la ciudad! ¡No pierdas la oportunidad de

asistir a tan singular concierto! ¡Es el momento de conocer a Rudolf Klimosky, director de orquesta y a sus peculiares

instrumentos!


¡Señoras y señores, niños y niñas, disfruten del espectáculo!







Lo que le sucede al señor Gimlet a todo el mundo le parece que no tiene precedente. Lo que le sucede al señor Gimlet le sucede en sueños. O mejor dicho, lo que no le sucede. Cuando duerme, como todos, el señor Gimlet sueña. Pero sus sueños son lo menos parecido a un sueño y lo más parecido a la realidad. Tan parecidos a la realidad que son como la realidad misma. Me explico. Si el señor Gimlet durante el día ha ido a la ferretería a comprar una caja de tornillos, después ha ido al banco para realizar el ingreso del alquiler y más tarde ha quedado con un amigo para tomar una cerveza y charlar sobre lo divino y lo humano, ese día el señor Gimlet sueña que va a la ferretería a comprar una caja de tornillos, que después va al banco para realizar el ingreso del alquiler y que más tarde está con un amigo tomando una cerveza, charlando sobre lo divino y lo humano. Eso le viene sucediendo desde hace tanto tiempo que ya no recuerda si alguna vez fue de otro modo.


No parece que el Señor Gimlet tenga ningún otro problema aparente. Lleva una vida ordenada, habita en un pequeño apartamento que paga a plazos y su sustento lo gana con el mismo trabajo fijo desde hace años. Es empleado de una revista de pasatiempos, como responsable de la sección de sopas de letras. Calcula que ha podido realizar seis mil o siete mil sopas de letras a lo largo de su vida. Y cada día que realiza una nueva sopa de letras, sueña con esa sopa de letras. Es como si todo lo viviese dos veces. Cierra los ojos al acostarse y comienza de nuevo. Y qué agotador tiene que ser vivir una vida duplicada. Pobre señor Gimlet.




El Señor Gimlet no sabe qué hacer para soñar como el resto del mundo. Una amiga le ha dicho que su habitación es un lugar poco sugestivo, que no favorece el sueño. Así que intenta crear otro ambiente en su dormitorio para que contribuya al vuelo de sus imaginaciones nocturnas. Las paredes las ha convertido en un pequeño museo surrealista. Pinturas de Paul Delvaux, Max Ernst y Salvador Dalí adornan ahora su cuarto para que sacudan su subconsciente y extraigan aquello que tiene tan enterrado. Luces tenues, música relajante y barritas de incienso repartidas son algunos de los nuevos alicientes. Todo lo que favorezca que sus sueños pierdan su función de copia con la realidad. Pero todo intento es inútil.



Otro amigo, aficionado al Feng Shui, le ha comentado que quizá sus penosos sueños se deben a la orientación de sus muebles. Por eso ha hecho reformas en su apartamento. Pero lo único que ha cambiado es que ha soñado que está haciendo reformas en su apartamento. No ha habido ninguna mejoría.


Cada uno le da un consejo para superar su problema. Un amigo le dice que quizá esos sueños, que son dobles de su día a día, son provocados por un exceso a la hora de consumir demasiado cine español costumbrista y que debe dejar a un lado ese hábito tan poco saludable. Otros le dicen que debe cambiar su alimentación, que debe dejar de fumar, que tiene que intentar dormir sentado, que es urgente que cambie de apartamento, porque el suyo era un pozo de malas vibraciones y energías negativas.


Él prueba todo lo que está en su mano, pero todo sigue igual, lo único que sueña es que prueba todo lo que está en su mano. Y el señor Gimlet cada vez está más desesperado.


Y entonces el señor Gimlet piensa: “Si no puedes cambiar tus sueños, cambia tu vida.” Y esa misma noche sueña que piensa: “Si no puedes cambiar tus sueños, cambia tu vida”.







El señor Gimlet ha dejado su trabajo en la revista de pasatiempos. Con el dinero que tiene ahorrado se ha dedicado a viajar y se ha comprado un saxofón de segunda mano, instrumento que ha llamado su atención desde que era un niño. Practica todas las tardes siguiendo las instrucciones de un cursillo por correspondencia, ya esté en casa, en un parque o caminando sobre un tejado. A la mujer que tanto le gustó durante años y a la que nunca se ha atrevido a dirigir la palabra, le ha dado su número de teléfono y le ha dicho: “Llámame”. Y la mujer le ha llamado. Y han cenado juntos. Y después se han besado. Y después. Y después se han despedido. Y después ha viajado a El Cario para tomar un café. Y después se ha ido a Argentina para ver la luna. Y después se ha ido a Senegal para ver un amanecer. Y después se ha dedicado a mirar los ojos de la gente que pasa y a caminar por calles por las que nunca tuvo el valor de pasar. Y después de tanto después se ha tumbado en el suelo para adivinar las formas que esconden las nubes. Esa nube parece una mapa, esa nube parece un salacot, esa nube parece un cactus, esa nube parece una nube, dice el Señor Gimlet. Y ahora se dispone a subir a un globo aerostático para ver su ciudad desde los ojos del cielo. Y ríe a carcajadas como nunca había reído en su vida. Y pasa un mes acompañando a un circo por su gira europea. Y se ha hecho amigo del domador, de los acróbatas, de una trapecista y de un caballo llamado “Oscar Wilde”. Y subido en el caballo, con un pie en equilibrio, ha bebido vinos alsacianos y ha recitado poemas que le han hecho llorar hasta el amanecer.


Y ahora todos se preguntan si el Señor Gimlet sigue teniendo esos sueños que son fotocopias de su día a día o si su extraña situación ha cambiado. La verdad es que nadie lo sabe, él nunca ha vuelto a hablar de ello ni ha interrogado a sus amigos sobre una posible solución a su problema. Y lo cierto es que si lo pensamos durante unos minutos también llegaremos a la conclusión de que eso ya no tiene ninguna importancia. Qué lo misma da lo que sueñe el señor Gimlet si ahora tiene ese brillo en cada una de sus pupilas como dos pequeñas hogueras que nunca se apagan.


Esa nube parece una bicicleta, piensa el Señor Gimlet. Y se sube en ella y desaparece en el horizonte pedaleando al ritmo de una canción que él mismo está silbando.









No es mucho lo que se puede decir, pero algo diremos.


En una cafetería del aeropuerto una joven está sentada a una mesa. Sus labios parecen perfilados con un pincel. Su cuerpo, en cambio, parece dibujado a lápiz, como un boceto. Sus manos se cierran sobre el vaso de papel del café, para que así el calor entre en su cuerpo. No parece que su mirada se pose en ningún lugar. Tiene el IPOD conectado. En este momento comienza a sonar su canción preferida y cierra los ojos.


Un chico de aspecto pálido está sentado en la cafetería del aeropuerto. Su cuerpo recuerda al de un perro flaco y tranquilo. Está bebiendo una cerveza y su mirada se posa en los zapatos de la gente que pasa. Tiene el IPOD conectado. En este momento comienza a sonar su canción preferida y cierra los ojos.


El chico y la chica están escuchando la misma canción. Tanto él como ella recurren a esa canción para desinfectarse las heridas. A los dos les cura del mismo modo porque los dos están heridos de la misma manera.


Sus ojos se encuentran en algún lugar del espacio y en ese salón invisible del aire hay un pequeño incendio que nadie ve.




¿Qué hacen en el aeropuerto? No lo sabemos. Ni si van o si vienen. Si se dirigen a un lugar lejano o están esperando a alguien, no tenemos la menor idea. Tan sólo que la chica está en la cafetería del aeropuerto de Fiumicino, en la ciudad de Roma y el joven está en Barajas, en el aeropuerto de Madrid.


Se han conocido dentro de una canción. Los dos se han sentido observados por alguien inexistente. Él sabe que está sólo en la mesa, pero aún así siente que alguien le acaricia el rostro. Sonríe. Ella le devuelve la sonrisa a una sonrisa que no sabe de dónde procede. Él enciende un cigarrillo. Ella siente que el humo de alguien que no está se enreda entre sus dedos. Es una alegría inexplicable. Algo en el aire. Que se aspira. Que se puede tocar. Pero que no tiene nombre. Se han abrazado en un rasgueo de guitarra. Se han besado mientras una voz susurraba en inglés algo como: Cuando alguien me dice, ¿algo va mal? yo digo no, es solo una canción. Todas las canciones de amor me hacen llorar”.


En la cafetería, la gente que pasa tiene la sensación de que nada especial ni diferente está sucediendo en ese momento. Pero, por unos instantes, él y ella se miran a los ojos en una nación que no aparece en los mapas.


Ella ha abierto los ojos después de despedirse en el último acorde. Mira a su alrededor y no reconoce el lugar en el que está. A su lado todo el mundo habla en español. Y cuando está preguntándose qué hacen tantos turistas españoles en el aeropuerto, el camarero se acerca y le dice, en perfecto español, que si desea tomar algo.


La canción ha terminado, pero él aún tiene los ojos cerrados. Quiere retener la sensación atrapada bajo las párpados, pero oye a un grupo de italianos hablar en la mesa de al lado y abre los ojos. Justo en ese momento escucha por megafonía una voz que habla en italiano.



Ella camina, como una sonámbula, por el aeropuerto de Barajas.


Él camina, como si estuviese soñando, por el aeropuerto de Fiumicino.


Los dos miran a su alrededor y caminan buscando a alguien que no saben quién es.


Y a partir de entonces no volvemos a saber nada más de ellos.


Quizá haya una posibilidad, una entre un millón, de que puedan volver a coincidir en algún lugar del mundo. Quizá las alas de sus aviones rasguen la misma nube. Quizá algún día tengan el mismo sueño y se besen en otro lugar sin nación. Quizá sus viajes por el mundo formen el mismo dibujo en los mapas. Y quizá ese dibujo se parezca a ellos dos. Quizá sí. O quizá no. Quién sabe. Igual están condenados a cruzarse eternamente sin verse. Es poco lo que sabemos de ellos y es difícil llegar a una conclusión.


Tan sólo nos han dejado una melodía en los labios. Quizá ya sea demasiado.











Mr. Kepler es el protagonista de “La respuesta”, primera aventura de este excéntrico personaje.


Pero ¿quién es en realidad Mr. Kepler?.


Mr. Kepler es un hombre tan pequeño como grande es su corazón.





Miss Sullivan es la co-protagonista de “La respuesta”, y es adorada como una Diosa por Mr. Kepler.


Pero ¿quién es realidad Miss Sullivan?


Miss Sullivan es una mujer tan inabarcable como misteriosa.





Mr. Kepler y Miss Sullivan son dos extraños, extrañamente unidos, que viven una historia de amor como todas las demás, es decir, que no se parece a ninguna más.






La respuesta” es una breve muestra de la vida de Mr. Kepler y Miss Sullivan. En adelante mostraremos otras piezas sobre su apasionada, extravagante y tortuosa relación.











    En este tercer capítulo, El Canibalibro quiere obsequiarle con un pequeño libro que lleva por título “Antología de bocetos”. Las páginas del mismo están correctamente maquetadas para su impresión y por supuesto vienen acompañadas con su portada, contraportada y guardas correspondientes. Todo lo necesario para que usted pueda imprimir y armar su propio libro con facilidad. No pierda esta oportunidad única de tener una obra de El Canibalibro en su propia casa. Así podrá disfrutar mejor de nuestro trabajo, en el que como viene siendo habitual literatura e ilustración comparten espacio, dialogan entre sí y son absolutamente inseparables.


     Para descargarse su ejemplar de “Antología de bocetos” sólo tiene que pinchar aquí.






     Y quizá usted, lector o lectora, se preguntará ¿por qué un libro sobre bocetos? Pues la respuesta es muy sencilla: Hemos observado que el mundo está lleno de bocetos. 



     No es sólo boceto lo que el pintor realiza como acercamiento a la obra que quiere conseguir. El humo de un cigarrillo, las propias líneas que surcan nuestro cuerpo, los gestos de nuestras manos, las nubes que sobrevuelan nuestras cabezas son en cierto modo bocetos. Incluso nuestra propia vida es el esbozo de la vida que algún día soñamos tener. 





     Y quizá no haya mayor felicidad que ser eternamente boceto, que ser siempre una posibilidad, un sueño que  nunca deja de serlo. 





     Por todo ello, hemos querido acercarnos a nuestro modo al mundo de los bocetos. Y es por eso que esto no es realmente un libro sobre bocetos sino el boceto del libro que soñamos escribir algún día.


 





© Ediciones El Canibalibro. Mayo 2009. 

    "Antología de bocetos". Primera edición disponible para su descarga.








Nos encontramos en un antiguo teatro habilitado como sala cinematográfica. La mayoría del público que asiste a la proyección ha sido previamente invitado por los autores de “La gran orquesta de los animales”, está acomodado, leyendo el impreso que se les entregó en la entrada…



Tan sólo un escaso grupo formado por dos jóvenes, una mula y dos lémures, descienden apresuradamente por el pasillo central del teatro en busca de sus asientos. Todo queda sumergido en la oscuridad, y el silencio sólo es interrumpido de vez en cuando por un carraspeo o por el inquieto ulular de un búho. Un rápido haz de luz que corresponde a la linterna del acomodador señala una butaca vacía y usted se sienta en ella.



Tras unos segundos de absoluta oscuridad, un foco alumbra el lento descorrer de la cortina granate del escenario y podemos contemplar delante de la pequeña pantalla de proyección, al director de la película, que habla al micrófono de pie que tiene a su lado.


- Señores, señoras, queridos animales, me complace ver tantas conocidas entre el público y otras nuevas que se acaban de incorporar. Han contemplado un adelanto en forma de humilde película animada del álbum ilustrado “La gran orquesta de los animales”.







-El libro estará próximamente a su disposición de la mano de Thule ediciones. (El discurso es interrumpido al escuchar la última palabra del título por entusiasmados mugidos y graznidos, que son reprochados por parte del público más ceremonioso).


-Cuando la fecha de edición esté concretada podrán volver a presenciar lo visto aquí, si así lo desean, en salas de proyección más amplias y cómodas, siendo el pase de hoy el preestreno ante un público previamente seleccionado por su apreciad opinión y por su contrastado talento.


-Gracias a todos, animales y humanos, por su asistencia.



LA GRAN ORQUESTA DE LOS ANIMALES” es un álbum ilustrado de próxima publicación en la editorial "Thule".




     Los autores de este peculiar catálogo recorrieron todo el viejo continente para reconstruir las vidas de un grupo de singulares pintores. Lo que para los creadores del libro comenzó como una simple curiosidad por la vida de un grupo de artistas olvidados, se fue convirtiendo en un obsesivo trabajo de investigación, que les llevó a vagar por librerías de viejo, a visitar cafés que hace décadas vieron su mejor época, a pasar la noche en viejas casas de extravagantes coleccionistas y a recuperar lienzos ocultos en abandonadas villas de La Toscana. Todo con un solo objetivo: Saber la verdad sobre la vida de los Artistas Insólitos.



     Gracias a este largo, arduo y profundo trabajo de investigación se ha logrado recuperar las biografías del grupo de artistas más insólitos conocidos hasta la actualidad. Cada una de sus biografías es tan apasionante y radical como su propio arte.



     En estas semblanzas artísticas podemos encontrar diferentes modos de afrontar la vida y el arte, tan inseparables para estos fabulosos e irrepetibles pintores, todos igual de especiales y todos tan diferentes. Pues entre ellos hay…

     Pintores de pincel sonámbulo cuya mano sólo da sus geniales trazos cuando están bajo los dictados del sueño.



     Pintores cuyos rasgos se parecen cada día más a los trazos de sus autorretratos.



     Pintores del trampantojo, víctimas de sus propias trampas.



     Pintores que anhelan atrapar el silencio.



     Pintores del humo.



     Pintores que pintan de ese modo incesante intentando atrapar cada instante de la vida en los lienzos.



     Todos ellos recogidos en el catálogo “Artistas Insólitos”, libro tan insólito como los propios artistas. Pues si normalmente los catálogos recogen las obras de los artistas, en éste, por el contrario, se recopilan los artistas de las obras. Esta singular pieza será publicada próximamente en la editorial La Galera.